jueves, 25 de enero de 2007

Preguntado a la vida…

¿Cómo saber si estoy dormida o despierta? ¿Cómo saber que toda mi vida ha sido real y no sólo un sueño? ¿Cómo saber cuándo he dejado de ser una niña para convertirme en una adolescente? ¿Cómo reconocer a un verdadero amigo? ¿Cómo saber cuando ha llegado el verdadero amor? ¿Cómo sé que me he enamorado y no ilusionado? ¿Cómo sé cuándo y a quién debo entregar mi corazón?, etc.
Cómo sabré cuándo estoy haciendo lo correcto y qué es lo correcto, son tantas preguntas que continuamente me hago. Lo más curioso es que siempre escucho dentro de mí una vocecita que trata de responderme, pero que en ocasiones no lo logra. La vida me ha enseñado que la única forma de responder a estas preguntas es con la experiencia. Aprender de los errores y logros, creo que para un adolescente se torna difícil puesto que soy una de ese grupo. Por ejemplo, cómo distinguir a un verdadero amigo de una persona que pretende serlo pero sólo por conveniencia y que en el rato de los ratos me va ha dar por la espalda, o cómo saber cuando me he enamorado y no sólo me he ilusionado, o cómo saber que he entregado mi amor a la persona correcta.
Estas son las preguntas que más me preocupan. Es decir, si un amigo me da por la espalda, si sólo me he ilusionado y entrego todo a la persona equivocada, voy a sufrir mucho. De hecho, en algún momento de la vida quizás no así tan literalmente pero va a pasar y da miedo. A veces quisiera que toda la vida sea felicidad, un vivir que girase en torno a un mundo donde la tristeza y los problemas no existiesen, o quizás en un mundo en el que los problemas se resolviesen tan fácil como tomar una taza de chocolate caliente al no poder dormir. Pero en esos momentos salgo y miro las estrellas, y me doy cuenta de que en ocasiones es necesario que el mal exista, ya que sin él la vida no tendría sentido. No valoraríamos las cosas positivas, pues no habría un contraste que nos obligase a hacerlo, similar a la noche ya que al haber oscuridad puedo apreciar la hermosura de las estrellas. Es decir, que todos los obstáculos que se presentan son necesarios, pero creo que lo que caracteriza a una persona es cuando emerge de un problema con una sonrisa que alienta al mundo que le rodea.
Por eso a todos los adolescentes que lean esto y se sientan como yo, asustados al tener que enfrentarse a una vida llena de sorpresas, no se sientan solos, piensen que no son los únicos en el mundo sintiéndose así, y sepan que tarde o temprano van a poder vencer todo lo adverso de la vida. Les aseguro que va a doler, pero con el tiempo van a olvidar ese dolor que algún día sintieron y cuando eso pase van a ser los héroes de su propio cuento.

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